martes, 27 de diciembre de 2016

El Efecto Marihuana

EL EFECTO  MARIHUANA


En los últimos años me he topado cada vez con más frecuencia con consumidores habituales de la hierba mágica,  su motivo de consulta no es la sustancia, sin embargo, más tarde o más temprano aparece como tema de análisis… 

Un analista no debería prohibir  ni oponerse al consumo de un paciente, sin embargo, el uso y abuso   del cannabis opera a menudo como resistencia al tratamiento, el deseo se vuelve trunco, aplastado o en el mejor de los casos adormecido, la angustia es difusa o ausente, el paciente está inhibido pero a gusto con su situación y si se queja ,  se olvida rápidamente de su estado de malestar y vuelve al punto cero una y otra vez.

El paciente concurre a análisis más por la inercia de su mediocre existencia que por los avances producidos durante la cura, no sospecha ni por asomo que la hierba mágica que consume, esa que le ayuda a relajarse, a disfrutar de la vida, a olvidar el malestar y tanto placer le brinda es la responsable de su estancamiento.    Me corrijo,  no es responsable la droga, el sujeto que consume es el único responsable, la droga simplemente le ayuda a estar cómodo y aceptar pasivamente esa posición.

El Argumento del consumidor de Cannabis es atractivo, en muchos casos inteligente, diría que es casi una posición filosófica.  Preguntas como: ¿Cuál es el sentido de la vida? son típicas de un fumador con un coeficiente intelectual medio/alto.   ¿Estudiar 25 años durante la juventud para luego trabajar todo el día por un sueldo miserable durante más de 30 años y después jubilarte y que no te alcance la guita?  ¿Ahorrar, sacar un préstamo, comprar un auto y tener casa propia? ¿ Ir de vacaciones una vez al año? ¿ Para qué todo eso?  ¡Yo no necesito nada de eso para ser feliz, fumo, hago mi vida, no jodo a nadie!

Aquellos adultos que se animan a enfrentar con argumentos al joven filósofo se ven confrontados con una realidad que parece darle la razón al consumidor.  ¿Qué hice yo con mi vida?  ¿Soy feliz?  Al menos formé una familia dicen algunos,  Tengo un trabajo digno, tengo una profesión dicen otros…  ¡Con mi laburo te doy de comer,  vago de mierda! Dice el padre exasperado. 
El fumador de Marihuana no encuentra motivos valederos para renunciar al placer que la droga le otorga, no la considera fisicamente dañina (de hecho, salvo excepciones, no lo es).  El efecto que produce se desvanece en relativamente poco tiempo, en menos de un mes se elimina totalmente del organismo, no es más adictiva que el juego, el café, internet o el celular…    Y el efecto psíquico es muy difícil de calcular…   de hecho ,es subestimado.

Si eres un padre o una madre preocupada por el estado de inútil vegetal en que se encuentra tu hijo/a desde ya te digo que no los tomo en análisis a no ser que vengan por su cuenta, de nada sirve traérmelos, obligarlos, ultimarlos…   es tirar la plata, es llenar el consultorio de zombies, de gente con deseos dormidos que la cura analítica no puede despertar por sí sola.

El que quiere dejar de fumar lo hace, no hay grandes dificultades en ello, solo tiene que querer hacerlo y un analista no se dedica a convencer gente de los beneficios que otorga la vida libre de drogas… 

Cuando una persona decide vivir su vida consumiendo cannabis,  lo primero que pierde es el malestar que causa la insatisfacción del deseo,  no es que la droga colme su deseo, más bien es como si lo anestesiara, todo proyecto es postergable, desdobla su personalidad volviéndose más sociable en estado de consumo y más seco, parco y distante durante los períodos de sobriedad.  

Le resulta más fácil cumplir con sus obligaciones inerciales, si tiene trabajo lo cumple sin disfrutarlo  esperando el momento de franco o salida.   Pero si no lo tiene, le resulta casi imposible obtener el empuje necesario para buscarlo.  Lo mismo sucede con cualquier actividad nueva, el consumidor de cannabis no tiene iniciativa, su vida se vuelve rutinaria, monocorde y automática…  Incapaz de estudiar una carrera que requiera esfuerzo, le cuesta concentrarse,  no puede administrar el tiempo y todo tiempo de estudio se vuelve tiempo de ocio.   Su fantasía es poderosa pero no logra realizarla. De acuerdo al nivel de droga en el cerebro, el consumidor puede sentir que vuela, medita a menudo sobre su vida,  hace proyectos…  pero quedan en la nada.     Si se Angustia, es una angustia desorganizada y caótica.  

Si el Cannabis no tomó la vida del sujeto por completo, al entrar en análisis, tarde o temprano cuestiona la sustancia que consume y conecta su falta de logros en la vida con la hierba mágica.  Pero ojo, no alcanza con dejarla,   deberá trabajar su deseo, su historia y su proyecto en el diván, tarea por cierto bastante difícil para cualquier sujeto y más para aquellos acostumbrados a respuestas rápidas y soluciones mágicas.


  ¿Cómo saber si un sujeto está listo para el análisis?  Alcanza con saber que desea dar el primer paso, LA CONSULTA.  Y no una consulta cualquiera, una consulta con un genuino motivo de consulta.   El sujeto tiene que querer solucionar algo en su vida, tiene que tener alguna pregunta, tiene que esperar algo del analista…   de lo contrario, no habrá análisis posible.

jueves, 22 de diciembre de 2016

Discurso de Egreso diplomatura de Género

DISCURSO DE EGRESO DIPLOMATURA DE GENERO Y GESTION INSTITUCIONAL


Es un honor para mí estar acá frente a ustedes en representación de los alumnos cursantes de la diplomatura de Género y gestión Institucional 2016.  

Quiero empezar por agradecer a cada uno de los docentes que miércoles a miércoles aportaron sus conocimientos para brindar a nuestra formación profundidad y calidad.  

PROFUNDIDAD Y CALIDAD, dos palabras que deseo destacar para  darle a esta diplomatura el lugar que se merece.    Y es que realmente no es fácil organizar un curso, sea cual fuere la temática, con alumnos provenientes de distintas disciplinas, personal de fuerzas armadas, de seguridad, abogados, biólogos, médicos,  contadores, psicólogos, bioquímicos, meteorólogos, etc. y dejar conforme a todos.

Un curso realmente transdisciplinario, donde cada disertante, también proveniente de distintas disciplinas, ha sabido trascender los límites de su propio campo para brindar conocimientos integrados e inter relacionados.

Docentes invitados con  una vasta trayectoria y experiencia en temática de género nos sorprendieron semana a semana  con clases magistrales  que lejos de repetirse o superponerse supieron coordinar saberes para aportar paulatinamente  una amplia perspectiva sobre la materia.

No quisiera resultar repetitivo pero sinceramente y de todo corazón puedo decir que hemos quedado muy satisfechos con la calidad y profundidad de los conocimientos impartidos. Es el INDAE un verdadero Instituto Universitario que ha sabido abrir sus puertas no solo a otras fuerzas armadas y de seguridad sino a la comunidad en general.   Y es de destacar que en la Diplomatura, los estudiantes son estudiantes, sin importar grado, jerarquía o a qué fuerza pertenecen,  reina el espíritu universitario en donde el aprendizaje es el valor supremo.  UN LOGRO QUE LA FUERZA AEREA Y EL MINISTERIO DE DEFENSA A TRAVES DE ELLA, HA SABIDO PRESTIGIAR Y CAPITALIZAR.

ES IMPORTANTE RECOMENDAR FUERTEMENTE ESTA DIPLOMATURA, REALMENTE LA CONSIDERAMOS UN ESPACIO VALIOSO PARA EL ENRIQUECIMIENTO E INTERCAMBIO DE CONOCIMIENTOS EN MATERIA DE GENERO, UN ESPACIO EN DONDE INTEGRACION, EQUIDAD Y DERECHOS HUMANOS SON LOS VALORES QUE PREVALECEN.

DICHO ESTO, QUISIERA APROVECHAR LA OPORTUNIDAD PARA DECIR UNAS PALABRAS Y CONTAR UNA EXPERIENCIA PERSONAL RESPECTO A LA VIOLENCIA DE GÉNERO.

CUANDO ME PIDIERON QUE PASE A DECIR ALGO EN NOMBRE DE LOS ALUMNOS LO PRIMERO QUE PENSÉ ES ¿Por qué YO? ¿Por qué UN VARON?  ¿Qué DIGO?   Poco tiempo después tomé conciencia Y ME DIJE: ¿Y por qué no un varón?

¿Acaso la violencia de género es cosa de mujeres? De qué sirve cursar todo un año y aprender teorías y perspectivas de género si a la primera oportunidad de comprometerme con la temática no lo hago.
Si algo aprendimos en estas clases es que la violencia de género nos afecta a todos.   No alcanza con decir “YO NO SOY VIOLENTO, NO GRITO, NO INSULTO, NO PEGO“  NO ENTENDIMOS NADA SI DECIMOS ESO.  

La violencia de género se entrama en el tejido social de formas cuasi imperceptibles por nuestra cultura,  es nuestra historia, nuestras costumbres, hábitos, discursos, formas de entender el mundo, en nuestros hogares, nuestros trabajos, en la forma en que nos relacionamos con los otros, con nuestros pares, con nuestros hijos.  No hacemos más que reproducir patrones socioculturales que trasmiten desigualdad entre los sexos y siquiera nos damos cuenta que lo estamos haciendo.
Reproducimos patrones que nos afectan a todos.  Las publicidades que miramos, los programas de televisión, con nuestras bromas, los piropos a las damas, las reglas de galantería y seducción, cuando aprendemos a ser HOMBRES/MACHOS ALFA y nos relacionamos en círculos de caballeros con nuestras propias reglas de inclusión/exclusión.  Lo que es de hombre y lo que no es de hombre.
 Cuando le regalamos a nuestros hijos autitos, pelotas, armas, superhéroes y a nuestras hijas cocinitas, escobitas, planchitas, bebotes, muñecas de superficial belleza y rosa chillón.  ¿Qué valores trasmitimos?

 Nunca voy a olvidar el día que llegué a casa con un autito para mi hijo varón y una tortita de juguete para la nena…   El autito era realmente llamativo y la nena se quedó mirando su regalo y con sus cuatro años se plantó y me dijo:  “Papá:  ¡A mí también me gustan los autos!”  ¡Que mal que me sentí, que psicólogo más cerrado fui!  ¿En qué estaba pensando?  ¿Acaso no le voy a enseñar a manejar un auto a mi hija? De pronto la vi y me di cuenta que sin proponérmelo estaba preparando a mi hija para ser ama de casa y una buena madre que juega desde pequeña a realizar tareas hogareñas….  

Hoy por hoy soy muy cuidadoso de los juguetes que regalo a mis hijos, de lo que trasmito, de lo que hago y digo, sin embargo, como a todos, nos cuesta escapar de los estereotipos con los que fuimos criados.

Soy consciente que estamos frente a un cambio de paradigma, uno de esos momentos en la historia en donde las cosas cambian a lo grande.   La violencia de Género es apenas un síntoma, un emergente que denuncia una sociedad de base patriarcal que se está agotando.  Somos hijos de la historia, podemos simplemente transcurrirla o podemos intentar comprenderla y  transformarla para habitar un mundo más justo.  Somos agentes de cambio.

Quiero para mis hijos un mundo mejor,  un mundo con menos prejuicios y mayor igualdad.  Quiero que todos deseemos ese mundo

Quiero que todos nos comprometamos a lograrlo.       
GRACIAS

Video Biografía de Sigmund Freud

Interesante biografía del "Padre" del Psicoanalísis.   Video en Español que repasa su vida.   Tiene imagenes inéditas, y fragmen...