MAILS SOBRE PSICOANALISIS, RELIGION Y LA IDEA DE CAUSA
INTRODUCCION
En los tiempos de la concurrencia hospitalaria, conocí grandes personas, analistas a quien
respeto y admiro, instructores a quien
debo parte de mi formación, colegas y compañeras con una inteligencia
envidiable.
La Lic Cecilia Basimiani es una colega con quien el deseo de escribir un
trabajo común quedó insatisfecho, sin embargo, releyendo la calidad y
profundidad de algunos intercambios que realizamos por correo electrónico, me
encontré con que había material suficiente para publicar sin sonrojarse…
Lo que sigue son unos pocos mails que nos enviamos allá por el año 2005.
ALGUNAS IDEAS
Enero de 2005
Querido Leo:
Quizás este
no es el mejor momento para empezar a pensar en nuestro trabajo (desde mi
perspectiva) o libro (desde tu punto de vista), dado que tendríamos que
estudiar para el concurso; y en eso estaba o por lo menos lo intentaba, pero
cuando el aburrimiento ocasionado por la ley de Salud Mental amenazaba mudarse
en angustia, decidí seguir la vía del a como causa de deseo y acá estoy, no
escribiendo, mas bien escribiéndote.
En realidad, no tengo mucho para decir,
todavía no tengo muy claras las ideas, y esto incluye las ideas que podríamos
llamar teóricas así como también las que causan este intento de producir alguna
suerte de escrito.
Por eso me gustaría empezar a revisar algunos de los temas de los que
hablamos: la religión, la idea de Dios, la muerte y lo real.
En
principio me gustaría decir que creo que el tema más áspero es el de la muerte,
por eso me gustaría que hablemos de religión, empecemos con el diccionario que siempre sirve como punto
de partida; la definición reza: "conjunto
de creencias, mitos o dogmas acerca de la divinidad y de prácticas rituales
para darle culto". Más adelante aclara: "por su origen se llama natural si
reconoce la dependencia de un Ser superior, que se comprende con la sola ayuda
de la razón, común a todos, y sobrenatural, revelada o
positiva, cuando Dios manifiesta verdades, establece preceptos y
proporciona medios para el cumplimiento de estos" Si bien esta es una
modesta diferenciación que valdría la pena profundizar, es interesante para
entender que religión no es equivalente a fe, no es necesaria la fe en un acto
sobrenatural. Fijate en el Antiguo Testamento, la Antigua Alianza se define
como Ley, vos lo sabes mejor que yo y si me equivoco vos podrás corregirme, si
bien la fe está presente y la promesa que la sostiene es la llegada del
Salvador, no tiene la misma fuerza que en la Nueva Alianza, donde la salvación se sostiene en la fe en Cristo, en la
resurrección de la carne y la vida eterna... "la existencia cristiana se define con la palabra CREDO, el núcleo
de lo cristiano se define con la palabra FE" (Joseph Ratzinger, Introducción al
Cristianismo) A propósito de esta cuestión este autor dice algo muy interesante
ahí va: "entre Dios y el hombre hay
un abismo infinito... el hombre ha sido creado de modo tal que sus ojos pueden
ver solamente lo que no es Dios, Dios es esencialmente invisible, el hombre es
la esencia que reduce el espacio de su existencia al espacio de su ver y
comprender... así el hombre busca otra forma de acceso a la realidad y a esta
forma la llama fe"
Creo que podríamos pensar que la religión cristiana sitúa a Dios en el
lugar de la causa, del orígen y desde ahí avanza intentando dar respuesta al
enigma que pesa sobre el sentido de la existencia o el sin sentido como
prefieras... el punto es que si existe la vida eterna, no sería la muerte el
horizonte del hombre, es decir si hay vida después de la vida, aunque sea un
misterio la forma, el hombre no muere, es inmortal, y entonces cual es la
condición que lo diferencia de Dios? Como verás a esta altura de las
circunstancias yo ya no entiendo nada, entonces recuerdo algo que leí hace un
tiempo y que si tenes ganas podríamos revisar, es el tema de la Creación, el
hombre es creado y esto lo diferencia de Dios que es eterno, para el hombre hay
un origen, hay un tiempo previo que podríamos llamar no-ser, esto no se aplica
a Dios que es Ser, en esta diferencia se sostiene la imperfección del hombre, su
mortalidad. Quizá podríamos leer a San Agustín y el tema de la creación ex
nihilo...
Bueno, te voy dejando por hoy, me gustaría agregar algunas cositas, que
aunque obvias siempre están en el horizonte de nuestra búsqueda, que no es mas
que la de darle sentido a aquello que no lo tiene... y para eso siempre es una
buen camino suponer que existe una causa ... porque nadie discute que existe
una causa ... y en realidad porque tendría que haberla? Las religiones ubican a
Dios en el lugar de la causa, y a partir de allí dan sentido a lo que pueden y
lo que no puede ser explicado, es por lo menos nombrado ... "los
misterios". El psicoanálisis también sostiene la noción de causa, pero es
una causa vaciada de sentido, esto es lo real, lo que no puede ser explicado,
es nuestro "misterio". Bueno, en realidad no era esto lo que quería
decirte, pero entre tanto delirio algo mas no hace diferencia... lo que estoy
pensando es que hablar sobre la muerte, es hablar sobre la condición del
sujeto, depende de la concepción que se tenga sobre la muerte tendremos una u
otra concepción del sujeto, me parece que estaría bueno leer sobre Hegel, no se
que te parece, y lo último que me gustaría agregar es algo que sabemos pero que
siempre es bueno recordar, en los primeros tiempos Lacan situaba el fin de
análisis como asunción de la muerte (creo que es su época hegeliana), en ese
momento lo real apuntaba a la muerte, pero luego el fin de análisis tiene que
ver con la asunción del sexo, a esto remite lo real, y el punto de partida para
pensar la subjetividad es radicalmente diferente al de la religión.
Bueno, la verdad es que debería seguir con lo que estaba haciendo,
espero no haberte aburrido demasiado. Un beso. Ceci
LA
CAUSA COMO LO QUE ESTÁ EN EL ORIGEN
17 de Enero de 2005
CECI:
Pensar
que a esta altura vos debes estar disfrutando de unas merecidas vacaciones y yo
vengo a perturbarte con esbozos caóticos de nuestro futuro trabajo. Estuve leyendo detenidamente tu mail
anterior “Algunas ideas”. Sé que pasó
bastante tiempo, pero no tenía nada de ganas de ponerme a escribir.
Si me preguntaras qué fue lo que más me llamó
la atención de tu escrito, te diría rápidamente que fue la alusión al concepto
de causa y la relación que estableciste entre religión y psicoanálisis a partir
del mismo. Me doy cuenta de que la
noción de causa en mi es bastante… ¿cómo decirlo? … superficial, no logro
aprehenderla muy bien. Sin embargo, estoy convencido de que puede llegar a
sernos de mucha utilidad, no solo para nuestro proyecto, sino para tenerla bajo
la manga en nuestra formación profesional.
A ver….
¿Qué entiendo por causa?. Lo relaciono con aquello que origina algo. La causa como lo que está en el origen. La
causa (eficiente la llama Aristóteles) es el motor o el estímulo que desencadena
algo. Y acá nos estamos metiendo en el
terreno de la filosofía donde pensar LA CAUSA desde una perspectiva
racionalista partiendo del supuesto de que ella existe en sí misma no nos llevaría al mismo puerto que
abordarla, que sé yo, desde el empirismo.
Digo,
nos vendría bárbaro pensar a Dios como causa eficiente de todo lo que es. DIOS como causa eficiente del SER. El hombre como criatura/creatura. Dividir al mundo en Creador y creado, causa y
efecto. Y Desde allí, a partir del
efecto, concluir satisfactoriamente que
“Existe un Ser superior que se comprende con la sola ayuda de la razón”.
La noción de causa, me resulta compleja, pero
opino desde mi ignorancia que ha llevado a grandes pensadores a verdades
racionales irrefutables que sin embargo no terminan de convencernos a pesar de
haber pasado siglos o milenios.
No nos
olvidemos que nuestra cabeza está programada de alguna manera para pensar con
determinadas categorías. La causa
eficiente es una de ellas. Y no nos va a
ser fácil desprendernos de ella. La
idea de Causa en psicoanálisis como bien mencionaste, si bien está vaciada de
sentido, se la piensa como una causa que motoriza.
Ayudame acá que vos tenés la teoría algo mas clara, La
Causa en psicoanálisis motoriza al sujeto ¿no?
Lo que causa al Sujeto es el objeto a que causa también al
deseo. El Sujeto de deseo busca un
objeto para su satisfacción. Lo busca,
digamos, en los sucesivos objetos sin llegar a encontrar nunca al objeto mítico
que lo causó. En ese sentido está motorizado
por la causa. ¿Voy bien? Te pido que me
corrijas si estoy errado. Ahora
bien, ¿No está la teoría psicoanalítica
también apoyada en la noción de causa eficiente?.
Aristóteles también hablaba de otra Causa a la que llamó
Causa Final (en realidad la teoría Aristotélica desarrolla cuatro causas, pero
las otras no me parecieron relevantes para lo que te quiero mostrar). La causa final vendría a ser aquello para lo
cual algo es. Tiende a un fin (“telos”),
esto es para Aristóteles el bien. La
causa final como la perfección hacia donde la cosa tiende. No estoy tan seguro de que esta última causa
responda al sentido común como lo hace la causa eficiente, sin embargo, sé
positivamente que ha sido ampliamente utilizada en la historia del pensamiento
humano, y ha estado muy en boga en las escuelas existencialistas.
Dios sería entonces causa eficiente y causa final. La existencia de Dios ha sido varias veces
“deducida” con la sola ayuda de la razón apoyándose en la bendita idea de causa
eficiente.
SANTO TOMAS
Cito a Carpio “ Por lo que se refiere a la existencia
de Dios, Santo Tomas propone cinco demostraciones o vías. Todas ellas tienen la misma estructura, que
puede esquematizarse de la siguiente manera: 1) Un punto de partida en el mundo
sensible, un hecho de experiencia, “Por que una existencia no podría inducirse
sino a partir de otra existencia” y porque el hombre (…) no puede comprender
sino mediante abstracción de las imágenes que recibe del mundo sensible. Ese punto de partida se lo considera como un
efecto, que en cuanto tal debe tener una causa, por que la existencia del
efecto requiere de la existencia de la causa (ex nihilo nihil – de la nada nada
resulta), así, lo que se mueve supone un motor, todo efecto una causa
eficiente. 3) Pero a la vez esa causa
supone una causa primera, por que la serie de las causas no puede seguirse al
infinito, 4) Ahora bien, esa causa
primera es Dios, como causa del mundo sensible, y en general de todo lo
creado…”
Santo Tomas habla de Dios como un primer motor que no sea
movido por nada, Dios como todo en acto y nada en potencia, como ente perfecto
de cuya existencia no pueden quedar dudas.
También llega a deducir la existencia de Dios a partir de
la causa final, Santo Tomas observa que en la naturaleza hay orden y finalidad,
que algunas cosas que carecen de conciencia o conocimiento obran por causa de
un fin y pone como ejemplo a la raíz de la planta que se orienta hacia la
tierra como si la buscara y sin embargo sin saber que la busca. Dice que esto no pasa por azar o casualidad
sino que ocurre siempre de la misma manera para conseguir lo que sea optimo,
siendo esta su meta o fin. Luego dirá
que todo orden supone un ordenador, el orden no puede ser fruto del azar, el
orden debe tener una causa final. De ahí,
concluye que hay algo inteligente que ordena las cosas naturales hacia su fin. Y ese algo es DIOS.
DESCARTES
Ya
es de dominio popular la forma en que este Francés llegó a deducir la
existencia de Dios. Digamos rápidamente
que partió de la idea de Dios diciendo algo mas o menos así.
Encuentro en mi la idea de Dios, esa
idea de Dios que yo tengo tiene que haber sido producida por algo o alguien,
necesita una causa pues de la nada, nada sale.
Esa causa no pude haber sido yo, pues soy imperfecto, y lo imperfecto no
puede ser causa de lo perfecto. Es
preciso que esa idea me la haya puesto alguien más perfecto que yo, o sea
Dios. Por lo tanto, Dios existe.
Me gustaría poder en este espacio
hablar de Nicolás de Cusa pero la verdad es que se me escapa a la
comprensión. Quizás mas adelante.
Lo que sí puedo decirte es que deducir
la existencia de Dios a partir de la idea de causa no me parece que garantice
nada. De hecho, dirijo mis dudas a la
idea de causa misma, y con ello pretendo incluir también a la teoría
psicoanalítica ya que apoya uno de sus pilares en este supuesto. Lo que estoy diciendo es que si damos crédito
y nos manejamos con la idea de que estamos causados como sujetos deseantes por
un objeto sea objeto a o sea lo que la teoría de moda nos enseñe, me parece
hipócrita no dar crédito a todo un sistema de creencias cristiano que
utilizando las misma herramientas deduce la existencia de un ser superior, no
se si salvador, pero sí un Dios ordenador que causa todo lo que es. Teológicamente, si aceptamos la idea de
causa, tenemos que aceptar un ser superior.
(Todo lo que refiere a la revelación es un capitulo aparte).
Entonces,
todo psicoanalista es religioso, en tanto es creyente en la idea de causa. De ahí, a aceptar lógicamente la existencia
de un algo superior, aunque digan “Dios es inconciente” hay solo un paso. Cualquier manifestación de ateismo se me
antoja incoherente.
El
problema se me presenta quizás en un punto anterior. Cuando pretendo pensar la idea de causa,
siento que no hay nada que me garantice que realmente la causa sea algo
necesario en lugar de contingente. A
simple vista y con sentido común, cualquier interrogado terminaría dando por
obvia la existencia de la causalidad.
Es una idea innata que despierta en la niñez. ¿Y por que? Dice repetidamente todo niño ni
bien empieza a intentar conocer el mundo.
La ciencia se apoya en la idea de causa. Hasta me animaría a decir que es patrimonio
del ser racional aceptar intuitivamente la causa como algo real.
Bueno
CECI, te voy dejando por hoy, no sin antes decirte que hay una segunda parte de
la idea de causa, se viene la critica fundamentada en la teoría de Hume, así
que agarrate por que se nos viene la estantería abajo y no sé si vamos a poder
levantarla…
Te mando
un abrazo grande, y espero que estés disfrutando de tus vacaciones.
LEO
LA
CAUSA COMO CONEXIÓN CONTINGENTE
Buenos
Aires, 21 de Enero de 2005
CECI:
No sé si habrás tenido tiempo de
leer el mail anterior, creo que me entusiasme demasiado con la idea de causa y
no estoy muy seguro de haber trasmitido claramente lo que tenía ganas de
decirte. Quiero terminar lo que empecé y
tratar de ordenar un poco mejor mis ideas.
Para eso, y al mejor estilo Bucay, voy a empezar con un cuento que me
contó el profesor de filosofía de primer año de la facultad a propósito de una
pregunta tonta que hice.
¿Conoces la historia del Pavo
Inductivista? Te la voy a contar…
Resulta que existía en una pequeña
granja en algún lugar del mundo un pavo muy inteligente y racional. Dicho pavo, gustaba de observar la realidad y
sacar conclusiones, pero como era inteligente, sabía tomarse su tiempo y
concluir solo después de haber recavado la suficiente información.
Así fue como pasó todo una temporada
observando y anotando cómo el granjero salía de su casa muy temprano todas las
mañanas después de asomar el sol, daba al pavo la comida y luego le prodigaba
unas palmaditas en la cabeza.
Transcurrió Enero, febrero, Marzo,
siempre a la misma hora el granjero salía, daba la comida al pavo y luego sus
palmaditas.
El pavo anotaba cada día
cuidadosamente la información, mas no se animaba aún a hacer sus conclusiones.
Pasó Abril, Mayo, Junio… Siempre lo mismo, Salía el Sol, luego el
granjero con la comida y después las palmaditas.
Agosto,
Septiembre, Octubre, el clima variaba, frío, calor, el sol siempre salía y con
él el granjero, la comida y las palmaditas.
Pasó Noviembre, llegó Diciembre y
por fin, luego de todo un año de observaciones, el Pavo satisfecho, decidió
sacar sus conclusiones. Todas las
mañanas el Sol salía, venía el granjero, daba de comer al pavo y contento lo
palmeaba.
Esa
misma mañana el pavo esperó confiado la salida del sol, efectivamente salió,
luego el granjero trajo la comida
habitual… Pero en lugar de las palmadas
desenvainó su cuchillo y cortó el pescuezo del pavo.
La verdad que es un cuento pavo,
pero me sirve para introducir la crítica empirista de la idea de causa. Estoy hablando de Hume.
Hasta ahora trate de mostrarte cómo
la idea de causa eficiente, es decir, pensar que existe un porqué, una causa
para un efecto. Llevó a grandes pensadores a postulaciones racionalmente
correctas que si bien no podían refutarse tampoco convencían demasiado. Así fue como puse en el mismo banquillo a
los teólogos cristianos y a los psicoanalistas. A los primeros por suponer la existencia de
Dios solo por el hecho de que tiene que haber una causa para la existencia del
ser. Y a los últimos por suponer la
existencia de un objeto primero, a, mítico, ausencia de objeto que causa la
existencia del sujeto. Ambos, presuponen la idea de causa y utilizan el
recurso a una causa primera.
Hume,
estaba convencido de que el ser humano posee la idea de conexión necesaria
(causa). Que ante una sucesión de hechos
u objetos tendemos a establecer conexiones de relaciones causales entre los
mismos. Es decir, no vemos en el mundo
meras sucesiones de hechos sino que establecemos conexiones causales gracias a
nuestro razonamiento.
Cuando
repetidas veces observamos a un hecho seguir inmediatamente otro, lo vemos dos
veces, diez, cien, mil… llegará un momento que con solo ver el primer hecho ya
sabremos lo que sigue. Al igual que el
pavo inductivista habremos inferido por la fuerza del hábito el segundo
hecho.
Lo que
Hume sostiene es que esa noción de conexión necesaria entre hechos, que
constituye el núcleo de la idea de causalidad, no es otra cosa que el resultado
del hábito. Si cada vez que acercamos la
mano al fuego sentimos calor, terminaremos creyendo que existe una conexión
forzosa entre el fuego y el calor.
La
causalidad como conexión necesaria, es una idea que proviene de nuestro acostumbramiento a percibir sucesiones
repetidas de hechos. Es una suerte de
inferencia inconciente totalmente subjetiva que carece de valor teórico. Que pueda tener alcance objetivo no es más
que una creencia sin duda útil, de gran importancia práctica, porque sin ella
la vida humana se haría imposible, dirá Hume, pero es “una creencia” al fin, y
por muy sólida que parezca, la idea de causalidad es desde un punto de vista
teórico, inválida.
No lo
dice exactamente así, pero resultaría un delirio emplear la idea de causa en
cuestiones metafísicas, pues no es posible comprobar sucesiones constantes y
mucho menos la existencia forzosa de una causa primera. El empleo en cuestiones metafísicas de la
causalidad como concepto, es totalmente arbitrario y caprichoso, concluye Hume.
“Los
únicos campos de conocimiento legitimo son las matemáticas y las ciencias de la
naturaleza. Fuera de estos limites, no
puede hacer el entendimiento humano otra cosa, sino perderse en falacias y
engaños” ¿Extremo no?
Ojalá pudiera transmitirte el
torbellino de ansiedad y confusión que me causa este tema. Es una pasión en el verdadero sentido del
término, despierta en mi un sentimiento muy difícil de describir, es una mezcla
de impotencia, escepticismo, curiosidad, deseos de superación… Quisiera llegar a algo y siento estar
recorriendo un camino que me lleva a un laberinto al que no le dibujaron la
salida. No me interesa filosofar desde
el escepticismo, destruyendo todo supuesto, quedando en una posición cínica que
lo único a lo que puede aspirar es dejar al otro perplejo, sin nada de que
amarrarse. O gozar con la obstinación
desesperada de quien se aferra a sus ideas aunque hayan sido ultrajadas en su
coherencia. ¿Existe la perversión
filosófica? Te juro que siento un poco
de angustia… Supongo que no es mi caso.
Como salir de este enredo en el que
me metí… La critica de la causalidad de
Hume me parece intachable, causa y efecto no están dados en el mundo como algo
necesario, sino contingente, bien podría pasarnos lo que al pavo y aquello de
lo que estamos tan seguros simplemente cambiar…
…Que todo lo que es, es por
algo… que obvio que parece ¿no?
Al final del capitulo de Carpio
dedicado a Hume, hay un apartado llamado “Balance de la filosofía de Hume. Escepticismo y naturalismo”. La verdad que si tuviera un escáner, lo citaría
completo, es una sola carilla y nos brinda una visión interesante que nos
ayudaría a continuar.
“La filosofía de
Hume, por lo que hemos visto, termina por disolver todo conocimiento y toda
realidad en meras impresiones: no hay ni cosas, ni alma, ni conexiones necesarias
o, al menos, no tenemos ninguna seguridad de que las haya. Sin embargo, esto no significa ir a parar al
escepticismo absoluto o pirrónico, que para Hume no sería más que una diversión
del pensar ocioso, porque
aunque un pirrónico pueda arrojarse a sí mismo o arrojar
a otros a un estado de momentánea confusión y de sorpresa por sus profundos
razonamientos, el primero y más trivial suceso de la vida pondrá en fuga todas
sus dudas y escrúpulos y lo dejará al mismo nivel, en todo punto de acción y especulación,
que los filósofos de cualquier otra secta (…)
El escepticismo absoluto llevaría a eliminar toda acción
y todo pensamiento. Pero en verdad tal
escepticismo es imposible; la naturaleza, el instinto lo superan de hecho (…)
las especulaciones siempre serán vencidas por la vida…”
“ …A cada momento de la vida diaria razonamos suponiendo
cosas y nexos causales y no podríamos subsistir de ningún modo sin emplear esta
clase de argumento. La praxis refuta al
escepticismo: La acción, el trabajo y
las ocupaciones de la vida diaria son los grandes destructores del pirronismo”
“ La creencia en un mundo de cosas conectadas causalmente
es una creencia inconmovible que nos ha infundido la naturaleza, la cual por
una necesidad absoluta e incontrolable nos ha determinado a juzgar tanto como a
respirar y sentir…” (Carpio, Principios de Filosofía 2da Edición
1995 Ed. Glauco)
Bueno
CECI, sé que me extendí un poco con el tema de la CAUSA, pero la verdad es que
tenía ganas de hacerlo. No sé bien de
que nos va a servir para nuestro libro (no te sonrías que ya estamos empezando)
quizás podamos construir algún personaje escéptico valiéndonos de algo de
esto. Veremos. Te mando un beso grande, espero ansioso tu
mail y aprovecho para despedirme hasta mi regreso. ¡Ahora me voy YO de vacaciones!
LEO
TODO POR LA CAUSA
Mayo de 2005
LEO:
Estuve pensando bastante en las cartas que mandaste, la verdad es que
creo que las cosas tomaron un giro inesperado pero interesante. La noción de
causa genera en mí muchas preguntas y ni una sola respuesta. En principio me
gustaría acordar con vos en esto de la importancia que tiene esta idea en
nuestra formación profesional y por que no agregar en nuestra práctica
cotidiana.
A propósito de esto último se me ocurrió pensar en el cuento del pavo
inductivista. Imaginemos una continuación del cuento: "debido a vaya saber
que contingencia nuestro amigo logra escapar del hacha asesina del granjero,
salvando el pescuezo en veloz huida. En el transcurso de la intempestiva corrida
otra casualidad, podría ser una piedra en el camino, lo lleva a caer (como
quien no quiere la cosa) en el diván de un psicoanalista. Ya allí y con cara de
pavor el señor pavo cuenta (tal cual vos me lo contaste a mí), lo sucedido: que todos los días salía el sol,
aparecía el granjero, le daba de comer y muy contento le daba unas palmaditas,
cuenta que ante esta conducta del granjero el se limitaba a anotar día tras día
lo que en apariencia era siempre la misma sucesión de hechos, hasta que un día
pasó lo que contamos y bueno, dice el pavo... "acá estoy". El
analista le pregunta si sabe cómo o porqué llegó a esta situación (le pregunta
por su posición en relación a lo que cuenta), pero el pavo que es un
inductivista hecho y derecho, no dice nada al respecto, porque hacerlo sería
sacar alguna conclusión y por supuesto para ello hace falta recurrir a la
noción de causa.
¿Qué hace un analista con el pavo inductivista? ¿No es la posición de
nuestro amigo el pavo lo más cercano al "alma bella"? ¿No te parece
que Pavo tiene la cara muy parecida a Neo antes del momento en que comienza a
preguntarse que será la Matrix?.
El analista va a pedirle a Pavo que le cuente todo, pero también le va a
exigir que suponga que lo que le pasa es por algo, que tiene una causa, esto es
el principio, sin esto no hay Pavo analizante, sin esta idea de que lo que le
pasa es por algo en primer lugar, y que ese algo tiene que ver con él (la
famosa implicación) no hay nada analizable en lo que cuenta Pavo.
Creo que cuando hablamos de psicoanálisis la noción de causa es más que
una disquisición puramente teórica, es un concepto que tiene un uso, que es
operativo podríamos decir, es más ¿cómo pensar intervenciones sin suponer que
estas causaran algún efecto?. Freud partió del síntoma y llegó a la causa,
podríamos decir, psicológica, del mismo. La causa no es para él un motivo
cualquiera, dice que se trata de una causa específica de naturaleza sexual,
pero lo más interesante es que es una causa que si bien es imposible de
aprehender directamente, no deja de ser actual. El trabajo del análisis hace un
recorrido que va de las consecuencias a la causa, lo que lo incita no es la
mera curiosidad intelectual, o la idea de recuperar piezas de recuerdos
perdidos u olvidados a la manera del arqueólogo que a veces le gustaba encarnar
a Freud. La causa no es algo mítico, algo que esta en el origen, la causa es
actual y no deja de producir efectos, por ello el tiempo en que transcurre el
análisis no es cronológico, la actualidad de la causa es lo que funda el tiempo
retroactivo.
Bueno, como verás en principio simpatizo bastante con la idea de causa,
aunque a partir de este punto solo se abre ante mi un horizonte lleno de
preguntas por el que espero, no transitar en soledad... En realidad vienen a mi
mente algunas ideas psicoanalíticas...Me gustaría retomar algo que vos traías
en la primer carta sobre la causa en psicoanálisis, sobre la causa como motor,
el objeto a como causa de deseo y causa del sujeto.
Lo primero que vale la pena
aclarar es que no es el objeto lo que causa el deseo, lo que causa el deseo es
la pérdida del objeto, es un vacío lo que motoriza, pero no hay que olvidar que
esta pérdida es pérdida de un objeto que nunca existió, no hay ni hubo un
objeto que completa al sujeto. Podríamos decir que en el principio era la Nada (sería el no-ser), no hay sujeto, no hay objeto, solo hay el organismo (que
es puro Ser lo que en este punto es
lo mismo que la Nada). Sobre este cae
una primer marca, que es por un lado una expulsión de esa nada de nada (que sería
lo real como imposible lógico) y por otro lado una afirmación que sería huella
de la nada. Esta marca sería algo así como una marca del no-ser que irrumpe en la consistencia del organismo que
podríamos ubicar como el ser. Ese
organismo que teníamos es ahora algo distinto, es un ser que porta algo del
no-ser, digamos que hay ahí una falta en ser, que tiene lugar por medio de una
marca que es marca de la nada, pero esta marca inaugura un nuevo tipo de ser es
un ser abierto a algo que antes era un imposible, cuando era todo Ser la Nada
no lo alcanzaba, pero ahora lleva ¿en su interior? la marca de la nada. Ya no
es como antes un Ser en lo real, ahora es un ser que por efecto de la marca
porta un agujero, un segundo movimiento hará de este ser un sujeto, en este
segundo tiempo se producirá la separación del objeto a que es este real
al cual el ser había accedido (único real al que el sujeto tiene acceso). Este
objeto a que es un vacio será lo que el sujeto buscará en el campo del
Otro, lo que inaugura el movimiento deseante.
Voy a dejar de lado algunas cosas que podríamos agregar sobre la
constitución del sujeto dividido porque creo que me estoy yendo de tema, en
realidad lo que quería decir es algo sobre la idea de causa eficiente y su uso
para el psicoanálisis. El punto es el siguiente: si entendí bien la idea de
causa eficiente ubica a Dios como causa de lo que Es, tenemos un Ser que es
causa de otro Ser, que por otra parte surge de una nada. Dios sería causa
eficiente de lo que no-era y ahora es, pero el Dios, no tiene causa, es la
causa, está en el orígen, Dios como causa consiste, Es. El sujeto cristiano
también porta una falta, pero a lo largo del recorrido de su vida si logra
encontrar a Dios se unirá con el en la vida eterna y logrará la unidad, volverá
a Ser lo que era antes de perder a Dios por el pecado.
Bueno, para el sujeto psicoanalítico no hay semejante recompensa, el
sujeto dividido no Es ni va a Ser nunca, porque no hay un significante que lo
nombre (siempre está entre dos significantes) y porque no hay objeto que lo
complete, el objeto a, objeto perdido, es un vacío, no es un objeto que
complementaría al sujeto que a partir de allí consistiría. La causa eficiente
presupone un origen, una consistencia que da origen, la causa final suma a esto
la idea de la tendencia hacia un fin, casi como si dijéramos que lo que parte
del Ser tiende a volver al Ser, aparece en el lugar de la causa la idea del
bien supremo. Sobre esta noción del bien supremo dice Lacan en el seminario
VIII, que se proyecta sobre lo que el llama el vacío impenetrable, este vacío
se articula con la noción de causa.
La verdad es que en este punto, a mi gusto las cosas estás bastante
complicadas. Si ahora escribo que para Lacan en el lugar de la causa hay un
vacio, creo que estoy incurriendo en una tautología más que grosera, que quizás
serviría para calmar angustias varias... bueno, la verdad es que en este
momento lo único que se me ocurre son este
tipo de frases...
Por eso voy a tratar de pensar en otra cuestión, lo que tengo en mente
es la experiencia vivida por nuestro amigo, ¿te acordás de Pavo, no?. Bueno,
pensaba en lo que le paso, ¿por qué no llegó a ninguna conclusión? ¿qué hizo
con la información que fue registrando? Podríamos pensar que nuestro amigo no
llegó a la edad del Pavo, como sabemos esta es la época en que según Piaget,
aparece el pensamiento formal. Es evidente que Pavo esta todavía en el período
operatorio concreto!!! Por qué?
Si Pavo hubiese tenido la posibilidad de elaborar este tipo de
razonamientos proposicionales, podría haber organizado la información
disponible con sus esquemas de pensamiento previos (por ejemplo: si
consideramos que Pavo no es el único habitante de la granja, podemos suponer
que en algún momento otro pavo, pollo, cerdo, etc. fue engordado y sacrificado
en una sucesión de hechos semejante a la vivida por nuestro amigo), y mediante
comparaciones, discernimiento de regularidades, abstracción de reglas, y que se
yo cuantas operaciones, podría haber sacado alguna conclusión.
El tema Leo es que la posición empirista llevada al extremo implica la
imposibilidad de lograr algún conocimiento científico. La ciencia se funda
sobre dos principios (bastante contradictorios): la comprobabilidad y la
universalidad de los conocimientos alcanzados. ¿Si lo que digo debe ser
comprobado, cómo extraer conocimientos universales? Se entiende ¿no? Si el
conocimiento que tengo sobre un objeto debe ser comprobado, como extrapolar esa
información a los objetos de la misma clase, sin tener que realizar la
experiencia de comprobación en todos y cada uno de ellos. Ahora bien, lo que
esta cuestión trae a la luz es la cuestión de la verdad, la ciencia necesita
establecer la validez de los conocimientos, hay una relación entre el saber y
la verdad, entre los conocimientos y su validez. Esto es un punto problemático
¿cómo establecer la validez de los conocimientos?
Descartes al probar la existencia de Dios, logra demostrar la validez de
las ideas innatas que son para él la única posibilidad de conocer del ser
humano. Esto es por supuesto mucho más complejo, yo lo resumo con escandalosa
impunidad!!!
Para los empiristas el criterio de verdad es la experiencia personal,
las sensaciones, las observaciones, esto es lo que el sujeto puede conocer,
para ellos la noción de causa no es comprobable, porque no es observable, así
como tampoco tiene sentido comparar o relacionar... en realidad el escepticismo
lleva a negar la posibilidad de existencia del conocimiento científico...
Y en este punto viene en nuestra ayuda Kant, este filósofo critica la
posición de Hume. Parte de algo muy esencial: como negar la posibilidad de
existencia de algo que efectivamente existe, la Ciencia existe, entonces lo que
hay que pensar es cuales son las condiciones de posibilidad bajo las cuales
ella existe.
Voy a resumirte algunas de sus ideas. Kant postula la noción de Sujeto trascendental, quien es la
condición de posibilidad de la ciencia. Para este autor el sujeto porta las
categorías que le permiten organizar la experiencia. El conocimiento tendría
dos componentes el empírico y el legaliforme. La experiencia es organizada
mediante categorías que no son conocimientos de las cosas en sí mismas, son
reglas que organizan la experiencia. El sitúa las formas puras de la
sensibilidad (espacio y tiempo) y las categorías puras del intelecto (cantidad,
cualidad, relación, modalidad). A su vez dentro de lo que el denomina relación
encontramos la noción de causa- efecto.
¿Por qué es importante esto? En
realidad lo que hace Kant es decirnos que la causa no es un fenómeno en sí
mismo, sino que es una condición de posibilidad del conocimiento de los
fenómenos. Es decir, la causa no se puede ubicar como un conocimiento inherente
a los objetos que estamos estudiando (al modo en que lo hace el empirismo) no
es un dato inherente al noúmeno (la
cosa en si). Pero tampoco tiene un contenido a la manera de Descartes, "la
causa es Dios" o lo que es lo mismo "Todo tiene una causa
(Dios)" . Los que dice Kant es que la causa es una de las reglas que
sirven al sujeto para determinar el fenómeno
(lo que es en tanto se nos manifiesta).
Entonces, la causa no es un fenómeno, es una condición de posibilidad de
conocimiento de los fenómenos, pero tampoco hay un conocimiento a priori, no se
puede decir "Todo tiene una causa (Dios)" lo que se podría afirmar es
"Dado un fenómeno, búsquele una causa".
Bueno Leo, la verdad es que esto sigue con una argumentación muy linda
sobre la universalidad del sujeto trascendental, lo que sirve para establecer
un criterio de verdad, diferente a los del apriorismo y del empirismo, en la
que no me voy a extender. Creo que sería interesante empezar a pensar en la
idea de la religión en relación a la verdad, creo que conformarnos con decir
que la verdad es revelada es una
tacañería!! Y bueno, ya que estamos podríamos pensar algo de la verdad en el
psicoanálisis, eso si va a estar bueno, porque Lacan decía algo así como que la
verdad esta separada del saber.
Hasta llegó por hoy mi deseo de hacer por la causa, sabrás perdonar el
desorden y la confusión de lo escrito, que no son sino un fiel reflejo de cómo
es el discurrir de mis pensamientos sobre el tema. Te mando un beso y espero tu
respuesta.
Ceci
LO
QUE CAUSÓ ESTOS ESCRITOS
Febrero
de 2006
CECI,
!Cuánto tiempo sin escribirte!, cuantos
intentos interrumpidos de contestar a esa ultima carta. No sé si fue el tema de la causa que
sobrepaso niveles de complejidad para los que no me sentía preparado o si la
idea de utilizar estas cartas y presentarlas en forma de trabajo me acobardó o
restó algo en mi deseo de continuar escribiendo sobre el tema.
Lo cierto es que si vamos a
presentar algo de todo esto, ya no estoy seguro de que sea en este formato de
“interlocutores epistolares”. Tal vez,
pasemos ambos a escribir para un tercero que se hará presente en la certeza de
que en algún momento leerá aquello que ayer solo escribí para vos. Triangularidad intelectual que me inquieta
sin saber por qué ¿Tenemos ahora que inclinarnos a hacer mas psicoanalíticas
nuestras disquisiciones? ¿Vamos a
presentar todo lo que ya escribimos? ¿Esto también? Por que no…. Acepto el desafío.
Lo
que no me resigno a perder es aquello que causó estas cartas, lo que estaba en
el horizonte era la idea de escribir en forma literaria una obra que tocara el tema de la religión y la
muerte desde la perspectiva de diferentes personajes ¿Te acordás? Lo que surgió fue un intercambio de ideas
mas que interesantes del que solo nosotros y las paredes de esa pequeña cocina
del servicio fuimos testigo. Quizás fue el valor que le dimos a
aquellas charlas lo que nos llevo a intentar plasmar lo siguiente por
escrito. Ahora bien, ¿Cómo
seguimos? ¿Seguirá siendo aquel
horizonte el que oriente nuestras próximas cartas? ¿o profundizaremos solo un
tema a fin de presentar todo esto como un trabajo?
Leo
EPILOGO
Finalmente no continuamos nuestros intercambios de mails
sobre el tema, seguimos hablando, filosofando y delirando en los ratos libres,
entre paciente y paciente pero sin registro de nuestras ideas y sin poder
concretar la idea de un trabajo común.
Agradezco a la Lic. Cecilia Basimiani por su autorización
para publicar estos mails en mi Blog!
Abrazo grande Ceci!!